En este blog hemos hablado mucho de la SGAE, la sociedad que en España recauda dinero a quien disfruta o explota un trabajo audiovisual y lo revierte en los creadores -músicos, artistas, cineastas, etc.- Nos hemos hecho eco de cómo muchas veces ese dinero cobrado (mediante prácticas como extorsionar a niños enfermos terminales, o a peluqueras de barrio) se perdía por el camino -mecachissss qué despisteee- y el artista no veía un céntimo (y cuando decimos "céntimos" hablamos de entre 145 y 226 millones de euros, según la fuente).
Ese camino repleto de dinero era transitado en exclusiva por los amigos de los jerifaltes de la SGAE -presuntamente, como todo en este país- una suerte de piratas modernos, analfabetos en lo tocante a nuevas tecnologías, que gustaban de incrementar sus cofres abordando, entre otros, a navegantes, a quienes intimidaban con cañonazos en forma de leyes amparadas por un Gobierno afín, que aguardaba en Palacio a recibir su oportuna comisión del botín.
Precisamente también tratamos aquí la historia de cómo desde la SGAE se alentaban esos ataques hacia navegantes de las nuevas tecnologías, asegurando que los blogs (como este mío) eran la tapadera de un oscuro y sucio sistema para descargarse archivos ilegales.
Es de sobra conocida la historia de cómo en el verano de 2011 Teddy Bautista (famoso 30 años atrás por interpretar a Judas, qué vueltas da la vida) junto a otros siete secuaces de la banda, fueron finalmente detenidos. Todos aquellos que les defendían (entre ellos nuestro querido Ramón, que sigue esperándote con su abanico metido en un coche), dieron la espantá y prometieron una SGAE que fijase nuevas reglas, limpiando y dando un nuevo esplendor a la otrora cueva de Alí Babá.
Ese nuevo presidente electo ha sido Antón Reixa, quien ganó el sufragio a base de prometer que llevaría a cabo un cambio radical. Pues bien, en su primera charla, relacionada con los derechos de autor, Reixá lanzó al fuego del olvido su disfraz de cordero y, colmillo afilado asomando, aseguró que la banda ancha no sirve más que para megas de contenido pesadísimo. O sea, como decir que hacer autopistas sólo sirve para que los traficantes transporten droga más rápido. Un discurso que recuerda a aquella fábula donde el escorpión mataba a la rana porque él no podía "dejar de ser quien soy" o, como decían en El Gatopardo, porque "hay que cambiar todo para que nada cambie".
La que se nos viene encima...
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(via yonkis)
2 comentarios :: comments :
Lo mismo que Reixa me parece un tipo muy listo, me parece un radical y sectario. La combinación de las dos y un puesto de cierta responsabilidad dan un poco de miedo.
*angus: ya lo vamos a ver...
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