Mucho se ha escrito sobre las cartas, y mucho se ha filmado: El cartero y Pablo Neruda, Cartas desde Iwo Jima, Postales desde el filo, El cartero siempre llama dos veces, y por supuesto la memorable El séptimo sello.
España es un país donde la tradición epistolar ha caído en picado en los últimos tiempos, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que el 20% de los trabajadores son funcionarios que no pegan ni sello, y principalmente que durante 40 años quien quería mandar una misiva tenía que lamerle el culo a Franco, y los 35 siguientes al Rey. Normal que la gente se haya pasado al correo electrónico en cuanto ha podido.
Hoy en día los únicos que escriben cartas en papel son los presos y los bancos. Yo soy presa de mi banco y de mis letras, pero no les escribo cartas ni tampoco les dirijo la palabra, porque dialogar con el director de mi sucursal es como hablarle a mi gata: Me mira con cara de te escucho, te juro que te estoy escuchando, de verdad te lo prometo, y luego mira para otro lado y se duerme.
Mi banco, en cambio, sí me escribe, pero no me da el indulto, como a los presos en Semana Santa. Sólo me da la murga cada semana con montones de papeles que nunca leo, a pesar de que les he pedido noventa y cuatro veces que no lo hagan (las tengo apuntadas en un cuaderno). Sin embargo ellos lo siguen haciendo porque luego me pueden cobrar 15 céntimos de euro cada mes por el concepto "Correspondencia" (he calculado que con 100.000 clientes ganan 15 mil euros al mes con el truco.). Como estoy harta de pelear, y soy de naturaleza pacífica y glotona, cada vez que voy al banco agarro el cuenco de mimbre con caramelos que hay en el mostrador y lo vacío entero en el bolso delante del señor cajero. Luego le miro fijamente con frialdad y le digo que me entregue todos los bolígrafos marcados y sin marcar que tenga, despacito, sin hacer movimientos bruscos y sin llamar la atención. Siempre quise ser Bonnie and Clyde, pero me quedé en Bony y Tigretón.
No me importa: Ojo por ojo y diente por diente. (El mío: con caries.)
Ayer abrí el buzón de casa y entre propaganda de pizza, comida china, y las cartas de mi banco, hallé -oh sorpresa- una postal. La remitía mi querida Wasabi. La tarjeta es uno de sus nuevos trabajos, unos collage personalizados que realiza por encargo, formados por letras y recortes donde se cuelan sus preciosas ilustraciones de perros y gatos.
...Para que nos demos cuenta de que no todas las letras que nos llegan al buzón son las de pagar, que el wasabi a veces puede ser muy dulce, y que de vez en cuando aparecen perros y gatos que nos dicen Wi lof yu y nos alegran la vida.
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España es un país donde la tradición epistolar ha caído en picado en los últimos tiempos, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que el 20% de los trabajadores son funcionarios que no pegan ni sello, y principalmente que durante 40 años quien quería mandar una misiva tenía que lamerle el culo a Franco, y los 35 siguientes al Rey. Normal que la gente se haya pasado al correo electrónico en cuanto ha podido.
Hoy en día los únicos que escriben cartas en papel son los presos y los bancos. Yo soy presa de mi banco y de mis letras, pero no les escribo cartas ni tampoco les dirijo la palabra, porque dialogar con el director de mi sucursal es como hablarle a mi gata: Me mira con cara de te escucho, te juro que te estoy escuchando, de verdad te lo prometo, y luego mira para otro lado y se duerme.
Mi banco, en cambio, sí me escribe, pero no me da el indulto, como a los presos en Semana Santa. Sólo me da la murga cada semana con montones de papeles que nunca leo, a pesar de que les he pedido noventa y cuatro veces que no lo hagan (las tengo apuntadas en un cuaderno). Sin embargo ellos lo siguen haciendo porque luego me pueden cobrar 15 céntimos de euro cada mes por el concepto "Correspondencia" (he calculado que con 100.000 clientes ganan 15 mil euros al mes con el truco.). Como estoy harta de pelear, y soy de naturaleza pacífica y glotona, cada vez que voy al banco agarro el cuenco de mimbre con caramelos que hay en el mostrador y lo vacío entero en el bolso delante del señor cajero. Luego le miro fijamente con frialdad y le digo que me entregue todos los bolígrafos marcados y sin marcar que tenga, despacito, sin hacer movimientos bruscos y sin llamar la atención. Siempre quise ser Bonnie and Clyde, pero me quedé en Bony y Tigretón.
No me importa: Ojo por ojo y diente por diente. (El mío: con caries.)
Ayer abrí el buzón de casa y entre propaganda de pizza, comida china, y las cartas de mi banco, hallé -oh sorpresa- una postal. La remitía mi querida Wasabi. La tarjeta es uno de sus nuevos trabajos, unos collage personalizados que realiza por encargo, formados por letras y recortes donde se cuelan sus preciosas ilustraciones de perros y gatos.
...Para que nos demos cuenta de que no todas las letras que nos llegan al buzón son las de pagar, que el wasabi a veces puede ser muy dulce, y que de vez en cuando aparecen perros y gatos que nos dicen Wi lof yu y nos alegran la vida.
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Yerday I opened my mailbox and among my bank letters i found a beautiful postcard yb my dear Wasabi. One of her recent collages, which she makes and personalises to order. Letters and photos through which her dogs and cats illustrations sneak up and say wonderful things like Wi lof yu.
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remember: puri y la caja 7 en el metro de madrid
12 comentarios :: comments :
Conocí a una señorita que trabajó 30 años en la oficina de correos de la Av América. Era la encargada de pegar las estampillas. Tenía ya la lengua tan gastada que ni podía hablar, pero cuando llegó el e-mail, se enfermó y no trabajó ni habló mas.
Pobre Bernarda !
yo soy incondicional del correo postal. cada vez q viajo me llevo mi mini-libreta llena de direcciones y caen lo menos 30 o 40 postales. es una pasada las sonrisas que consigue una postal, dejan a todo el mundo con cara de tontos... el correo electrónico me deja la cara de tonto a mí cuando no es capaz de cargarme las fotos xD
un saludo!
Si alguna vez tienes que dejar... "la caja", ya sabes: a trabajar de monologuista.
Muy bonita la postal. Mi sobrino hace cosas muy parecidas, aunque los animalitos aún le cuesta un poquito. Le diré que lo ponga por internet cuando sepa usar un teclado a ver si así lo hacemos popular!!
:-)
Con lo bien que te explicas puedes trabajar de "lo que quieras".
Preciosa la postal.
Choni tiene una de "Choni and Clyde"
http://perritachoni.blogspot.com/2010/04/pulp-book.html
Yo tengo los dedos enganchosos todo el santo día (le he contagiado mi vena diseñobricolajera a mi hija y no para de hacer manualidades + pintaycolorea varios).
El chino del barrio se está forrando a costa de las barritas de pegamento y otras minucias que solemos utilizar.
Es un colagenial. Qué buenos saben los regalos de los amigos!!
Yo también tengo minilibros de Mariscal, hay algunos muy chulos.
Ya somos 500 en la caja7, éste supermercado tiunfa!!!
¿Y yo que siempre creí que el título El cartero siempre llama dos veces era una descripción de su hombría?
La gente ya no manda cartas porque cada vez es más cara y, porque los funcionarios de correos son los que más lentos van del mundo... Vaya colas se montan en la oficina a la que yo voy!!
Pero, por postales como esa... hago la cola que haga falta.
Un besooo
Yo no le lamía el culo, le lamía la nuca, ojo
*lucrecia: para que luego digan que ser funcionario no es duro
*luis chacón: yo siemrpe compraba postales para mandar, pero llegaba yo antes a mi país, y a casa de amigo que la postal. así que ya no escribo.
*jean duclos: no me contrata nadie, así que creo que seguiré siendo una humilde y anónima empleada del híper.
*fan: eso, tú ponlo, que por algo se empieza. besitos
*pilar mndl: yo creo que lo mejor para choni and clyde es poner a una tipa poligonera de 18 años, macarruza y medio analfabeta.
*minu: qué envidia, yo soy inútil total y absoluta (como ya he escrito aquí alguna vez). la única cola con la que me apaño es la Colajet con la punta de chocolate.
*xhon: sí! qué buen ojo! me faltan algunos y no sé dónde conseguirlos. Este súper crece poc a poco, ¡si!
*luis: si tiene las manos ocupadas efectivamente lo es.
*acoolgirl: lo que yo digo, no hay nada como el email
*möbius: no sé que suena peor, si lamer el culo o la nuca... jijij bss.
Cómo mola encontrar una postal, o una carta de un amigo en el buzón.
Qué guay haber encotrado tu blog, es emocionante leerte, con ese estilo tan fresco que tienes de contar las cosas.
Me voy a convertir en incondicional, ya verás! :D
Un beso.
Y enhorabuena, futura mami.
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